Cada vez más optamos por lo práctico, tal vez por eso los smartphones han ido ganando tanto terreno en nuestra vida en los últimos tiempos. Nos permiten unificar en un único dispositivo todas nuestras necesidades y nos llevan a abandonar en un cajón nuestros otrora indispensables "aparatejos". Eso es, más o menos, lo que le está pasando a nuestra cámara compacta.
La buena resolución que ofrecen los móviles hace que la aparquemos a un lado. También influye la aparición de algunos gadgetscomo los objetivos para móviles que empiezan ya a ser muy utilizados por los usuarios. Estos objetivos no son más que una réplica de los que ya existen para las cámaras tradicionales (macro, gran angular, teleobjetivo, ojo de pez...) pero de un tamaño muy inferior. Además son muy versátiles, adaptándose a una gran variedad de modelos de móviles.
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Otro de sus puntos fuertes es su precio, un objetivo para un móvil ronda los 20-30 euros, por lo que si estamos pensando en comprarnos una cámara compacta, tal vez desechemos esa opción (más cara y con calidad parecida). También existe la posibilidad de acoplar nuestro smartphone, concretamente nuestro iPhone (a partir del iPhone 4) a un objetivo de cámaras réflex, aunque esta opción no parece muy acertada ya que no ganamos en practicidad y perdemos en calidad.
Para que te hagas una idea de qué calidad ofrecen estos objetivos, te dejo este vídeo que ha sido realizado con un iPhone fisheye(ojo de pez, en castellano):
