A la hora de elegir una
cámara réflex nos fijamos mucho en los
megapíxeles que contiene, si puede subir sus
videos a youtube, la duración de la
batería.... pero pocas veces reparamos en las características del
objetivo de la misma pero ¿sabías que sin duda es mucho más importante el
objetivo que utilices que la
cámara? Así que si te estás planteando que invertir, te vamos a explicar el porqué.

Lo primero de todo es la durabilidad. Puede parecer chocante pero tu
objetivo seguirá ahí cuando tu
cámara réflex ya no de más de si. Suelen estar mejor construidos que los
cuerpos, son fuertes y resistentes y además al ser intercambiables, podrás conservarlos para tu próxima adquisición.
El
objetivo define dos cosas muy importantes a la hora de realizar una
fotografía: la
distancia focal y el
diafragma. ¿Qué es cada una de ellas? Para empezar la
distancia focal es un concepto algo complejo, que explicaremos más ampliamente otro día, pero básicamente es la encargada de que veamos la
imagen de un modo más cercano o más alejado. La
visión natural humana equivale a una
distancia focal de unos 50 mm. Por debajo de eso (
35 mm por ejemplo) tendríamos
imágenes que superan la visión natural humana y abarcan más plano, mientras que por encima, estaríamos hablando de imágenes más cercanas, ampliadas (750 mm por ejemplo).
¿Qué domina el
objetivo en primer lugar? La visión que podamos darle a nuestras
imágenes. Si el
objetivo que adquirimos es de
200 mm, únicamente podremos hacer capturas en la lejanía o primeros planos (en modo
macro), con lo cuál hay una serie de imágenes que no podremos hacer.

La otra característica fundamental de los objetivos es el
diafragma o f, o la cantidad de luz que entra por el
objetivo. Cuanto más cerrado es el
diafragma, menos luz entra pero más
enfoque (11f por ejemplo), cuanto más abierto (1,4 f por ejemplo) más luz entra, y obtenemos un menor enfoque. Del
diafragma depende que podamos realizar
fotografías en interior o con poca luz sin
flash, y no solo eso, sino que aunque tú
cámara no sea la mejor del mercado, un buen
objetivo mejorará notablemente la
calidad de tus imágenes.
Debemos por tanto elegir a ser posible, una
cámara cuyo
objetivo tenga
luminosidad suficiente para ser "todoterreno". Digamos que a partir de un 2,8 sería un
diafragma útil, pero cuanta mayor
abertura permita, el resultado será mejor. Y es que muchas veces a la hora de adquirir una
cámara, podemos fijarnos en la
distancia focal, pero el
diafragma queda relegado. Ya sabéis, no os olvidéis la próxima vez ;)
A la hora de adquirir un
objetivo lo más probable es que te inclines por un
zoom, un todoterreno que te permita hacer
fotos de paisajes o de
retratos. Es decir un
28-75 por ejemplo. Esto es tentador pero ten en cuenta que la calidad de los
zooms es menor que la de los
objetivos fijos, y no solo eso: son más pesados y ofrecen
diafragmas menores por un mayor precio.

Así que te recomendamos que te hagas con un
objetivo fijo, resistente y con un buen
diafragma ¿qué tal un 50mm, 1,4? este tipo de ópticas al no ser tan complejas como los
zooms, ofrecen una calidad de imagen genial, son más económicos y mucho más ligeros. Tu espalda y tu trabajo te lo agradecerán.
¿Y tú? ¿Qué tienes en cuenta a la hora de adquirir una
cámara?