Básicamente, una
cámara de
fotos solo es una cajita, de paredes opacas y pintada de negro por dentro, a la que se ha practicado un agujero para permitir el paso de la
luz a su interior, donde se formará una
imagen invertida. Si colocamos una hoja de
papel sensible, la
exponemos durante el tiempo suficiente, y luego la
revelamos, obtendremos una imagen en negativo, que recibe el nombre de
imagen estenopeica. Es una técnica muy primitiva, pero que aún hoy día tiene adeptos, como podréis comprobar echando un vistazo por Internet. Los más manitas os la podréis fabricar fácilmente.

Algunos artistas llegan a extremos de convertir su vehículo, tipo furgón, en una gran cámara de fotos rodante. Tambiés es muy satisfactoria la técnica llamada ?
rayograma?, en la que simplemente disponemos diversos objetos más o menos translúcidos bajo una fuente controlable de luz y sobre una hoja de papel sensible.
Ahora vamos a modernizar nuestra ?cajita? añadiéndole un costoso
objetivo, capaz de controlar el rayo de luz que incide sobre la superficie sensible, ya sea una película de B/N ó de color, o el
sensor de una
máquina digital de última generación.
Pero debemos conocer perfectamente que significan los distintos detalles que figuran inscritos en el propio objetivo. Ante todo, la
distancia focal. En las cámaras analógicas. La
distancia focal o longitud focal de una lente es la distancia entre el centro óptico de la
lente o plano nodal posterior y el foco (o punto focal) cuando enfocamos al infinito. O sea, donde pone
foco, pondremos la
película o el
sensor. Se considera
distancia focal ?
normal? al
objetivo de
50 mm, es decir, que presenta una visión parecida a la del ojo humano. Distancias
focales inferiores (p.e. 28 mm.) aumentarían la perspectiva (cabrían más cosas en la
foto, para entendernos), y por el contrario los
teleobjetivos, que ?acercan? objetos lejanos, con más potencia a medida que aumentamos la
distancia focal.
Otro elemento importante sería la
luminosidad. Si nos fijamos en un
objetivo ?
analógico? veremos una serie de números, el más ?bajo? representa el máximo de
luminosidad, y el más alto el mínimo, y coinciden con la abertura del diafragma. La máxima
luminosidad teórica, correspondería a la unidad ?1?, tarea harto difícil, y que de hecho no existen en el mercado. Se pueden considerar ?
muy luminosos? los
objetivos cuya máxima
apertura es de 1,2 / 1,4 ó 1,8.

Como ejemplo, un
objetivo con las indicaciones 1,4 /2 / 2,8 / 4 / 5,6 / 8 / 11 / 16, su máxima apertura es 1,4, disminuyendo la
luminosidad progresivamente a la mitad a medida que vamos
cerrando el
diafragma, por lo que el
diafragma 16 dejaría pasar 128 veces menos luz que el primero.
Pronto os contaremos como
combinar el diafragma con la velocidad para dejar pasar la
misma cantidad de luz.
Hasta pronto.