Aprovechando el clima cuasi-primaveral del final del invierno, nos hemos pateado las calles de Valencia en busca de alguna oportunidad para disparar nuestra cámara, y desde luego, no hemos dejado de tener oportunidades, tantas que hemos agotado la tarjeta de memoria de la cámara, menos mal que llevamos de repuesto.
La falla en sí, si nos fijamos, es un amontonamiento de figuras y muñecos, lo cual no resulta fácil de ordenar (y por tanto fotografiar), ya que como dijimos en un post anterior, el fotógrafo debe encontrar un orden en el caos que suele producirse a nuestro alrededor, donde las cosas y las personas parecen mezclarse sin orden ni concierto. Así pues, en la primera imagen hemos aislado una escena en la propia falla, donde una bella madre le lee un cuento al niño, que escucha aterrado. ¿Qué cuento le estará contando? Las fallas son por sí mismas una crítica sarcástica de la sociedad.
En la segunda imagen hemos tratado de obtener una escena ?alrededor? de la falla, con gentes que van y vienen. Para el contraluz, hemos programado la cámara con prioridad al diafragma, y sobreexpuesta +2/3 de diafragma (esto también puede programarse), con el fin de obtener detalles en las zonas no iluminadas directamente por la luz del sol al atardecer. Un sencillo truco para obtener la composición ideal, ya que no podemos prevenir exactamente donde se van a colocar los personajes, es usar el modo ?ráfaga? (es decir, se produce una rápida sucesión de disparos), y luego escoger la foto que más nos convenga.
En la tercera imagen, hemos escogido el momento en que algún fallero ha disparado una ?traca?, el humo producido brilla intensamente al contraluz. Esta escena nos pilló un tanto desprevenidos, pero aún así nos dio tiempo para hacer varios disparos, y poder presentaros ésta, que nos ha parecido la mejor.
El sistema de fotografía digital por regla general presenta imágenes ligeramente difuminadas, por lo que es conveniente, antes de enseñarlas a l@s amigos darles un ?toque? de enfoque con nuestro programa de photoshop. Éstas que aquí veis además han sido retocadas, subiendo ligeramente la saturación de los colores.
Espero que no os haya molestado demasiado el ruido de los petardos.
Hasta pronto.
La falla en sí, si nos fijamos, es un amontonamiento de figuras y muñecos, lo cual no resulta fácil de ordenar (y por tanto fotografiar), ya que como dijimos en un post anterior, el fotógrafo debe encontrar un orden en el caos que suele producirse a nuestro alrededor, donde las cosas y las personas parecen mezclarse sin orden ni concierto. Así pues, en la primera imagen hemos aislado una escena en la propia falla, donde una bella madre le lee un cuento al niño, que escucha aterrado. ¿Qué cuento le estará contando? Las fallas son por sí mismas una crítica sarcástica de la sociedad.
En la segunda imagen hemos tratado de obtener una escena ?alrededor? de la falla, con gentes que van y vienen. Para el contraluz, hemos programado la cámara con prioridad al diafragma, y sobreexpuesta +2/3 de diafragma (esto también puede programarse), con el fin de obtener detalles en las zonas no iluminadas directamente por la luz del sol al atardecer. Un sencillo truco para obtener la composición ideal, ya que no podemos prevenir exactamente donde se van a colocar los personajes, es usar el modo ?ráfaga? (es decir, se produce una rápida sucesión de disparos), y luego escoger la foto que más nos convenga.
En la tercera imagen, hemos escogido el momento en que algún fallero ha disparado una ?traca?, el humo producido brilla intensamente al contraluz. Esta escena nos pilló un tanto desprevenidos, pero aún así nos dio tiempo para hacer varios disparos, y poder presentaros ésta, que nos ha parecido la mejor.
El sistema de fotografía digital por regla general presenta imágenes ligeramente difuminadas, por lo que es conveniente, antes de enseñarlas a l@s amigos darles un ?toque? de enfoque con nuestro programa de photoshop. Éstas que aquí veis además han sido retocadas, subiendo ligeramente la saturación de los colores.
Espero que no os haya molestado demasiado el ruido de los petardos.
Hasta pronto.
