Eric Raeber es un ingeniero suizo obsesionado con saber cómo funcionan las cosas y que, ya desde la facultad, comenzó a experimentar con su cámara de fotos. Primero en el periódico universitario y después en un estudio fotográfico en donde, tras velársele el carrete con las fotografías de una boda, decidió que nunca más volvería a sacar fotos de este tipo de eventos. No sabemos si esta experiencia traumática es precisamente lo que lo ha llevado a experimentar, pero su trabajo actual nada tiene que ver con sus primeros pasos.
Para Raeber la tierra firme es quizá un poco aburrida, así que ha decidido probar con otros elementos. Así, poniendo su realidad del revés, según explica, es como surgió la serie, The Underside. Siete sesiones en la piscina en las que recreó debajo del agua las actividades que normalmente se realizan fuera. Para ello, creó un suelo virtual en la superficie reflectante del agua y montó a partir de él escenas cotidianas.
Eric asegura que para llevar a cabo la sesión tuvo que bucear mucho y tragar mucha agua, pero que también guarda una gran cantidad de anédotas para contar.
Por ejemplo, cuando le estaba explicando a la modelo como él planchaba sus camisas, de repende necesitó aire y soltó la plancha, pero se olvidó de que estaba debajo del agua y, al soltarla, la plancha golpeó sus gafas.
El caballo puso mucha resistencia a la inmersión, tanta que Raeber asegura que fue necesaria una sofisticada estructura sobre la piscina para poder hacer las fotos.
El fotógrafo dice que ha encontrado el secreto para que nunca más se le queme la cena.
Raeber utiliza también la post edición para sacar lo mejor de cada toma.
A veces, resulta difícil tenerlo todo bajo control.
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