La ciudad se viste de gala para recibir la Navidad. En este año de crisis y austeridad, las luces resplandecen sólo en las calles principales. Los escaparates de las tiendas escasean en adornos navideños.
A pesar de ello, provistos de nuestra cámara digital, trípode y dejándonos el flash en casa, hemos acudido a la llamada de una maratón fotográfico y nos hemos recorrido las calles, buscando el detalle más original, o más representativo de las fiestas.Los escaparates de las calles más lujosas resplandecen de artículos fuera del alcance del común de los mortales. A pesar de ello nos gusta mirar, calculando con gusto el montón de dinero que nos ahorramos al no comprarlos.
En cambio, quizás sea una buena idea regalar una reproducción de nuestras mejores obras, metidas en un bonito sobre, y dedicada, sobre todo si es el retrato de una persona querida. Una reproducción de 20 x 30 a todo color realizada en nuestro laboratorio favorito no sale tan caro.
En la imagen superior, el ajetreo de la ciudad reflejado sobre una puerta compuesta de múltiples cristales. Para hacerla, y aprovechar la escasa luz de la tarde, hemos optado por tirar con prioridad a la apertura del diafragma de nuestro objetivo (un 28mm-75 mm) máxima apertura 2,8.
Recordad que, sobre todo en fotos de aproximación, debéis cerrar el diafragma (un 11 estaría bien) para evitar desenfoques no deseados.
En esta segunda foto, un centro comercial, templo del consumismo. La técnica utilizada se denomina ?contrapicado?, consiste, simplemente, en mirar hacia abajo desde una altura determinada. No os olvidéis tampoco, de utilizar correctamente el balance de blancos, ya que al pasar de la luz natural de la calle a un interior iluminado con luz artificial, los colores pueden jugarnos una mala pasada.
Y por fin, una plaza con iluminación navideña. Ahora si que le hemos sacado jugo al trípode que hemos llevado a cuestas pesadamente durante toda la tarde, a la espera de la noche. (No somos héroes, hemos sucumbido a la tentación y hemos parado a merendar). A través del visor de la cámara hemos ?compuesto? la imagen a nuestro gusto, y pulsado suavemente el disparador. (seguimos con diafragma abierto al máximo).
Nota: Aparte de reducir el tamaño de las imagenes para acoplarlas al post, no han sido manipuladas.
Esperamos que os gusten las fotos. Hasta pronto.
En la imagen superior, el ajetreo de la ciudad reflejado sobre una puerta compuesta de múltiples cristales. Para hacerla, y aprovechar la escasa luz de la tarde, hemos optado por tirar con prioridad a la apertura del diafragma de nuestro objetivo (un 28mm-75 mm) máxima apertura 2,8.
Recordad que, sobre todo en fotos de aproximación, debéis cerrar el diafragma (un 11 estaría bien) para evitar desenfoques no deseados.
En esta segunda foto, un centro comercial, templo del consumismo. La técnica utilizada se denomina ?contrapicado?, consiste, simplemente, en mirar hacia abajo desde una altura determinada. No os olvidéis tampoco, de utilizar correctamente el balance de blancos, ya que al pasar de la luz natural de la calle a un interior iluminado con luz artificial, los colores pueden jugarnos una mala pasada.
Y por fin, una plaza con iluminación navideña. Ahora si que le hemos sacado jugo al trípode que hemos llevado a cuestas pesadamente durante toda la tarde, a la espera de la noche. (No somos héroes, hemos sucumbido a la tentación y hemos parado a merendar). A través del visor de la cámara hemos ?compuesto? la imagen a nuestro gusto, y pulsado suavemente el disparador. (seguimos con diafragma abierto al máximo).
Nota: Aparte de reducir el tamaño de las imagenes para acoplarlas al post, no han sido manipuladas.
Esperamos que os gusten las fotos. Hasta pronto.
