El invierno ya llegó y probablemente te estés plantaeando hacer una escapada a algún lugar con nieve, eso siempre y cuando no te llegue hasta tu propia casa. A pesar de la dureza del frío, esta es una época fantástica para hacer fotografías de cuento, con los paisajes invernales y sus particulares colores. Uno de ellos, cuando hablamos de lugares con nieve, es el blanco, que cubre con un manto casi cualquier objeto que se ponga al alcance de nuestro objetivo. Precisamente esa es una de las particularidades que hacen que fotografiar en esta época paisajes preciosos tenga sus truquillos. Te desvelamos algunos a continuación en forma de consejos.
1. Buscar el contraste en los elementos que componen la foto. Muchas veces nos encontramos con que en los paisajes nevados todo es demasiado blanco y monótono. Es importante focalizarnos en algún elemento que destaque sobre el manto de nieve blanco. En realidad, cualquier objeto que no sea blanco probablemente destacará en la imagen, solo tenemos que colocarlo de forma adecuada (podemos ayudarnos por la regla de los tres tercios) y tendremos una fotografía perfecta.
2.Mejor sobreexponer que subexponer. Si no encontramos nada que destaque en el paisaje, podemos optar por sobreexponer la imagen, el brillo extra que vamos a obtener mejora la pérdida de luz y nos ayuda a transmitir una sensación de frío. Podemos hacer lo mismo tomando una imagen sin sobreexponer en formato raw y dándole después este efecto en la postproducción.
4. Seleccionar un balance de blancos frío. Al igual que en el consejo anterior podemos hacerlo antes o después de tomar la imagen, en este último caso si fotografiamos en formato raw. Los tonos fríos son más adecuados para el invierno porque transmiten las sensaciones propias de la época del año. La única excepción que podemos aplicar en este caso es cuando nos encontramos ante una puesta de sol que nos otorga una gama de colores amplia y más cálida.
4. La hora azul para las fotografías de paisaje invernales. Hay un momento del día en invierno, antes del amanecer o después de la puesta de sol en el que una luz suave azul inunda todo. Es un momento muy frío en el que probablemente no te apetezca salir a hacer fotos, pero te aseguramos que puede valer mucho la pena.
5. El frío no solo afecta a la luz a la hora de fotografiar paisajes, también a tu equipo, así que asegúrate de que esté a buena tamperatura y no olvides llevar varias baterías si haces alguna excursión. En invierno la duración de las baterías es mucho menor y si las conservamos en algún lugar cálido, como un bolsillo, podemos evitar que fallen por el frío.
Ya tienes nuestros consejos, ahora solo falta que cojas tu equipo y te pongas a fotografiar. ¡No te olvides de contarnos cómo te ha ido!
Fotos: Pixabay
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