Ya es verano, el calor lo invade todo, las playas se llenan, las nubes se esconden y salir a la calle sin una botella de agua congelada parece un error que no queremos cometer. Es hora de pensar en que posibilidades fotográficas nos ofrece esta época del año, sacándole el máximo partido y sabiendo de antemano que deberíamos evitar.

La
luz en verano es especial: hay que evitar las horas centrales del día para fotografía de
retrato. Primero y más importante, por el calor que a veces puede ser sofocante. Y segundo porque la dirección de la
luz, mayormente cenital, provoca
antiestéticas sombras.
Sin embargo, esta
luz,
potente y directa puede ser muy útil para
fotografiar edificios y algunos
paisajes, además nos ofrece la posibilidad de jugar con los altos
contrastes: podemos realizar la medición de la
luz en la parte
iluminada y oscurecer por completo las zonas en
sombra, llevándolas a
negro y creando unas
imágenes impactantes.

La
luz de los
atardeceres es especialmente anaranjada, y como hay sabéis hay que echar mano de la
temperatura del color para moderar la
aberración cromática. Sino tenemos está opción, seguro que podemos encontrar algo parecido: atardecer,
luz de día, son opciones referidos a la
temperatura del color.
Si vives cerca de la playa probablemente sea uno de los lugares que más frecuentemente visites estos días. No olvides llevar tu
cámara: aprovecha las perspectivas donde las olas sean las protagonistas, usa el
flash para un efecto increíble, y si te atreves, utiliza una
cámara sumergible para
fotografías frescas y diferentes.
Pero no hace falta estar en la playa para disfrutar del agua: puedes usar las
cámaras sumergibles en muchos lugares diferentes, piscinas, ríos, lagos con resultados igual de impresionantes. Pide a alguien que sea tu
modelo submarino. Guardarás esas imágenes como un recuerdo genial para el resto del año.
Si te vas de vacaciones a algún sitio, no olvides coger tu
cámara. No hace falta que lleves una
cámara profesional: con pequeñas
cámaras digitales puedes obtener
imágenes fabulosas. Además las
cámaras pequeñas son menos intimidantes y te permitirán adentrarte en los lugares y el entorno de una forma más discreta.

Ya que estás, atrévete con el
video. La vida en movimiento es un paso más allá. No es necesario hacer
videos larguísimos, basta con pequeñas
secuencias que puedes convertir a formato
GIF para un recuerdo diferente.
Y no te olvides sobretodo de pasarlo muy bien estos meses :)