La pasión por la fotografía no tiene límites y, cuando se junta con el gusto por el coleccionismo y un presupuesto amplio, puede alcanzar cifras astronómicas, monetariamente hablando. Buen ejemplo de esto es la Leica A de la serie 0 que se ha subastado en la Galería Westlicht de Viena por 2,4 millones de euros. Se trata ya de la cámara fotográfica más cara del mundo y de la historia. Según la propia galería confirmó en un comunicado, nunca se había pagado un precio tan alto por una cámara en una subasta.
La puja fue intensa. Hasta que el vencedor que quiso permanecer en el anonimato consiguió el preciado tesoro, fueron muchos los interesados que, desde la propia casa de subastas o telefónicamente, participaron en la subasta por la cámara. Tanto es así que el precio de salida de las pujas fijado en 400.000 euros se multiplicó por 6 hasta alcanzar la cifra final de la venta.
¿Por qué ese precio tan alto?
Esta Leica A de la serie 0 pertenecía a la colección de Jim Jannard, fundador de la compañía Oakley y de la firma de cine digital Red, quien la conservó en excelentes condiciones. Este buen estado junto a que se trata de un modelo icónico y muy deseado por ser una serie muy limitada, con solo 25 cámaras producidas para el mercado como prueba en el año 1923, de las que solo se conocen 3 que permanecen en su estado original. Este ejemplar número 122 de la serie 0 es un ejemplo muy exótico y bien cuidado.
Anteriormente, una compañera de serie de esta cámara, la número 116, subastada también en la Galería Westlicht en el año 2012, había sido vendida por la nada despreciable cifra de 2,16 millones de euros.
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