Cuando en octubre de 2013 nació el hijo del
fotógrafo Alan Lawrence, él se dio cuenta de que había algo diferente en él. "Mientras miraba sus ojos, todo simuló ser un sueño. Mi alegría se detuvo y todo parecía ir más
despacio. La enfermera me hablaba pero yo no estaba escuchando, me di cuenta inmediatamente que los ojos en forma de almendra de Wil indicaban que tenía Síndrome de Down", recuerda.
Una vez que los médicos confirmaron las
sospechas de Lawrence, él se puso inmediatamente a aprender todo lo relacionado con el Síndrome de Down, pero no encontró ni una pizca de
positivismo. El padre optimista, de alguna manera, había cambiado.
Wil es el quinto hijo de la familia y el único con Síndrome de Down. Cada vez que se arrastraba por el suelo e intentaba ponerse de pie y agitar los brazos, a sus padres les daba la
sensación de que quería volar, así que decidieron hacer todo lo posible para que volara.
Su padre decidió crear imágenes animadas en las que se simulaba que el pequeñajo era una especie de Superman. Así surgió la serie "Wil puede volar", que este fotógrafo publicó en su
blog y también en Instagram. La
iniciativa sirve también para cambiar el
estigma que rodea a este síndrome y así ha iniciado un canal de
YouTube en el que se comaprten historias de otras familias que han sido bendecidas con un niño con Síndrome de Down.
Nos encanta este proyecto, así que queríamos compartirlo con vosotros. Esperamos que os haya gustado.