Seguramente cuando eras pequeño te decían que no jugaras con la comida. Es un buen consejo pero hoy, excepcionalmente, lo pasaremos por alto para fijarnos en el imaginativo trabajo de los fotógrafos franceses Akiko Ida y Pierre Javelle. Ellos firman esta serie llamada MINIMIAM en la que nos presentan geniales retratos de comida que nos hacen la boca agua.
Son fotógrafos de comida por el día y en su tiempo libre se especializan en cuadros winsome que utilizan la comida para contar una historia. Su método habitual es colocar figuritas de plástico de ínfimo tamaño que se utilizan en modelismo ferroviario. Las miniaturas interactúan con diversos productos alimenticios de manera creativa. De esta forma, podemos ver un marido suburbano cortando la superficie peluda de un kiwi o, por ejemplo, a escultores tallando un cacahuete.
Ida y Javelle han estado trabajando en la serie MINIMIAM desde 2002. La serie combina su interés por la fotografía y la narración de cuentos porque Javelle, cuando era niño, estaba obsesionado con los cómics, mientras que Ida creaba elaborados periódicos de comida llenos de dibujos diminutos. Desde entonces se han convertido también en una manera de conservar un espíritu de diversión y aventura en el exigente mundo de la fotografía profesional de alimentación. "El propósito de estas imágenes es, sobre todo, para complacer a la gente", explicó Javelle.
