Con la Ley en la mano.

Muchos fotógrafos encuentran que, en determinadas ocasiones, algún guardia de seguridad les retira la cámara o les insta a dejar de realizar fotografías. Y son muchos los fotógrafos también que no saben hasta que punto una acción es legal y cuando la ley no nos permite realizar imágenes. Os vamos a contar aquí algunas claves legales para que lo tengáis más claro.  Lo primero que conviene hacer cuando vamos a realizar una fotografía, en una tienda por ejemplo, es pedir permiso. Puede parecer obvio pero siendo amables y explicando el uso que va a tener la fotografía podemos conseguirlo, y de este modo trabajaremos más a gusto que si tenemos que ir escondiéndonos.   Si la persona que está en el local nos da permiso, no hay ningún motivo para que a posteriori se nos denuncie, eso sí, siempre que las imagines que realicemos no sirvan para lucrarnos en ningún modo y hayamos sido sinceros con el motivo de realizar nuestra fotografía.   Debéis saber también que nadie, ni siquiera un policía tiene derecho a retiraros la cámara. Solo un juez con una orden judicial puede solicitaros las imágenes que habéis realizado. Sobra decir que un guardia de seguridad no tiene absolutamente ninguna potestad sobre vuestras imágenes.   En ocasiones muchos fotógrafos se encuentran que cuando están fotografiando desde la calle y por ejemplo sale en esa fotografía un local donde venden ropa, el guardia de seguridad les ha invitado en el mejor de los casos a dejar de hacer fotos. Pero lo cierto es que hacer fotos en las calle no es un delito y en ningún caso un hecho denunciable, así que siempre podemos explicar amablemente que decidimos seguir haciendo fotos y continuar porque la ley está de nuestra parte.   Cuando en las imágenes aparece gente es otro cantar. Como fotógrafos deberíamos tener siempre preparado un pequeño contrato de cesión de imagen donde la persona retratada muestre su acuerdo en que se le realicen esas fotografías. En el acuerdo también debe especificarse la finalidad, el periodo de difusión, etc.   Una gran cámara siempre es algo llamativo, y la gente se suele molestar cuando la ve. Si trabajamos con varios tipos de cámaras observaremos lo incomodo que le resulta a las personas que les realices un retrato con ella o incluso, parece ser un motivo por el cual los encargados de la seguridad en general se fijan más en ti.  Es por eso que si quieres pasar desapercibido, tienes la opción de utilizar una cámara compacta o incluso una de carrete. Lo fascinante de las cámaras de carrete es que aunque utilices una cámara de mayor calidad que las réflex digitales (como una cámara de placas por ejemplo) te hacen invisible, la gente no repara en ti. Y eso que las cámaras de placas son pesadas y enormes monstruos.  Stephen Shore decía que le resultaba muy difícil realizar fotografías con una cámara normal ya que la gente era consciente de la cámara y reaccionaba de una forma muy poco natural, hasta que descubrió las cámaras de gran formato, y según él, se volvía literalmente invisible.  Esperamos que estas pequeñas recomendaciones os ayuden en vuestro día a día fotográfico. Como muestra de este post, unas cuantas imágenes de sitios ?prohibidos? en su momento.  Hasta pronto.