El cómico americano Jerry Seinfeld dijo una vez: "Tener un niño de dos años es como tener una batidora sin la parte superior". Esta sensación se multiplica por dos cuando tenemos que fotografiar a niños de dos años, ya sean de nuestra propia familia o de otra. La frustración y la ansiedad provienen de que no sabemos cómo relacionarnos con los niños pequeños y cómo lograr que cooperen para las fotos. Pero hay una manera de tener una gran experiencia fotografiando a los niños pequeños incluso si son gruñones, rebeldes, tímidos o asustados.
Estos cinco consejos transformarán tu experiencia y la de ellos también.
La mayoría de los niños pequeños no están interesados en sentarse para que les hagas una foto. Para ellos, la vida es exploración. No entienden el proceso de hacer fotografías. Nuestro trabajo deberá apreciar su infancia y maravillarse de las particularidades de la etapa de crecimiento en la que están.
Ellos no saben que están en una sesión de fotografía. Incluso pueden estar confundidos o asustados durante esta nueva experiencia. Nosotros podemos transformarla en un juego divertido. Si el niño huye de la cámara, jugamos al pilla pilla. Si muestra curiosidad, le enseñamos las fotos que vamos tomando, etc.
Una de las cosas que podemos aprender de los niños es cuánta paciencia tenemos. Este es un don imprescindible para fotografiarlos y necesita ser integrado en la sesión desde el minuto uno al final.
No importa lo que pase durante la sesión, siempre podemos transformar las dificultades en oportunidades. Por ejemplo, si el niño se muestra gruñón, lo fotografiaremos con este estado de ánimo. El resultado puede ser una imagen divertida en blanco y negro. Las emociones siempre estarán presentes en las fotos con niños y pueden aportar grandes momentos fotográficos.
A los niños les encanta hacer nuevos amigos. Durante las sesiones de fotos con niños pequeños (o niños mayores), debemos hacer tiempo para ganarnos su confianza y crear cierta complicidad. Un adulto es como un superhéroe que los conduce a aventuras.
Cuando un niño pequeño es tímido, necesita tiempo. Nos avisarán cuando estén listos para ser nuestros amigos. Si los hacemos reír, por ejemplo, los niños pequeños nos adorarán.
Si estamos con niños pequeños que se portan mal y les damos tiempo para correr libres, muy pronto nos llevarán de la mano para ir a jugar. Esto nos dará grandes oportunidades fotográficas.
A los niños pequeños les encanta presumir y hacer reír, y adoran recibir elogios de los adultos.
Cuando hacen algo bien, dales una palmada en la espalda o chócales las cinco. Gestos simples como este les harán sentirse muy cómodos.
Si nos dan piedras, hojas o palos como regalos, ¡los recibiremos con entusiasmo! Ene se momento podremos pedirles que se sienten o que sonrían. Les felicitaremos por el resultado y seguiremos adelante.
Uno de los problemas más difíciles a los que nos enfrentaremos es que los niños pequeños no quieran estar en las fotos grupales. Cuanto más intentemos obligarlos, más difícil se volverá la situación. Sabemos que a los niños les encanta interrumpir lo que los adultos están haciendo. Así que es probable que cuando empecemos a fotografiar a mamá y papá juntos, el niño quiera unirse a ellos. Es un momento perfecto para abrazos grupales, sacando sonrisas de todos.
Uso de cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia de navegación y ofrecer contenidos y publicidad de interés. Al continuar con la navegación entendemos que se acepta nuestrapolítica de cookies. Aceptar