Les decimos a los niños que, a la hora de explorar el
mundo, el cielo es el límite pero a veces nos olvidamos de que más allá de lo que nuestro
ojos ven, también hay una otras dimensiones. El fotógrafo Aaron
Sheldon se ha olvidado de las responsabilidades adultas y del mundo serio para
compartir con su hijo la curiosidad infantil y ha creado una serie de
fotos llamada "Pequeños pasos, son pasos de gigante", en las que su vástago se convierte en astronauta.

Sheldon explica que el
concepto se le ocurrió durante un viaje en
autobús con su mini-yo, que estaba totalmente fascinado con lo que veía. Ahí se le ocurrió la idea de mostrar la
estupefacción que siente un niño al ver
escenas cotidianas con ojos curiosos y aventureros.
El proyecto en el que entra en
juego el astronauta llegó un poco más tarde. En una cita con el médico, el padre y su hijo comentaban quién sería lo suficientemente valiente para acudir a la cita
médica y llegaron a la conclusión de que ese era un astronauta. Así que decidieron que el pequeño iría vestido de
astronauta la próxima vez que acudiese a la
consulta. "Nuestra misión como padres y madres es asegurarnos de que nuestros hijos pueden explorar lo máximo posible el nuevo mundo", asegura Sheldon de forma metafórica.

