La fotógrafa con sede en Minnesota Caroline Jensen captura la dulce belleza de la infancia y de la vida en el campo en los emotivos retratos de su hija joven. Son fotos en blanco y negro de su pequeña que ahora tiene 10 años y que lleva fotografiando de forma intensa desde que tenía 4. "La fotografía es una parte tan importante de la vida como cepillarse los dientes", dice la fotógrafa.
A través de los ojos de una madre, Jensen inmortaliza momentos fugaces de la vida en sus casa rural. A diferencia de sus otros hijos, la pequeña está completamente a gusto delante de la cámara. Annika baila, juega y reflexiona delante del objetivo de la cámara de su progenitora, es la viva imagen de la alegría y la juventud. La ilumación dramática, con la intencionada falta de color en las imágenes, crea una estética atemporal pictórica influenciada por los viejos maestros holandeses.
Como madre, le encanta documentar las experiencias de su hija. Ella entiende que son fotos que le gustará mirar en el futuro. Si te gusta su trabajo, no dejes de pasarte por la web de Caroline Jensen.
Uso de cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia de navegación y ofrecer contenidos y publicidad de interés. Al continuar con la navegación entendemos que se acepta nuestrapolítica de cookies. Aceptar