Halloween es una tradición que, como sabes, consiste en disfrazarse con trajes perversamente maléficos, tallar calabazas y comer toneladas de caramelos. Pero hay gente que opta por un ritual que implica entrar en una casa embrujada para poner a prueba su temple. Este es el caso de cientos de personas que optan por adentrarse entre los muros de una casa embrujada en las Cataratas del Niágara, en Canadá (aunque no solo en Halloween, sino durante todo el año).
Año tras año, los visitantes de esta casa se han sometido a la que dicen es la "experiencia más aterradora del mundo". Entran en la Nightmares Fear Factory, un laberinto del miedo, donde pasan momentos de extrema tensión y miedo que quedan reflejados en las fotografías que toman de ellos en buena parte de la visita. En las imágenes abundan los ojos saltones, la cara desencajada de tanto gritar y los gestos que denotan pánico.
La verdad es que las fotos son de lo más divertidasy nos dan una idea de la experiencia que todos los visitantes han vivido aunque, personalmente, a mí no me dan ganas de entrar a la casa embrujada porque parece que lo han pasado realmente mal. No importa la edad o el género, aquí todos parecen sufrir de lo lindo aunque después se rían a carcajadas al ver su careto estampado en la foto.
