En 1988, antes de la caída del Muro de Berlín, Gunther Holtorf y su esposa Christine comenzaron un largo viaje por carretera que duraría 26 años. A sus espaldas, 177 países y 885.139 kilómetros. Lo cierto es que estos viajeros no planeaban hacer un viaje tan largo en un principio, sino "simplemente" recorrer el campo africano durante 18 meses en su coche Mercedes Benz G llamado "Otto".
Sin embargo, este año y medio se convirtió en un viaje continuo interrumpido sólo por unos pequeños períodos de descanso. Sin contar con patrocinio, ni publicidad, la pareja viajó simple y llanamente "por placer", con la intención de ver tanto mundo como fuese posible.
Durante más de dos décadas, Gunther y Christine viajaron por lugares increíbles a través de los 6 continentes. "Otto" les llevó a lugares extraordinarios como las dunas de arena del Sáhara, pueblos rurales de Kenia e incluso a Corea del Norte. Por la noche, esta pareja dormía en hamacas o en su coche, preparaban la comida en una cocina de gas portátil y las duchas eran botellas de agua...
Los Holtorfs cambiaron el lujo por algo mucho más valioso: una buena experiencia. Como dijo Gunther Holtorf "cuanto más viajas, más cuenta te das de lo poco que has visto y cuanto más lo has visto y experimentado, más quieres seguir viendo y seguir experimentando".
Christine falleció en 2010 pero Gunther siguió el viaje en su honor, viajando con una foto de su esposa colgada en el espejo retrovisor. El hombre, de 76 años, llegó por fin a Berlín y dio el viaje por finalizado. Con él regresó su coche, Otto, que nunca se averió durante su largo viaje. "La robustez y fiabilidad de este coche es absolutamente asombrosa", dijo Gunther quien prevé ceder el coche al museo de Mercedes de Stuttgart.
