No vamos a incluir en nuestro reportaje la vegetación que surge en parque, jardines, maceteros, o cualquier lugar cuidado por el hombre. Vamos a salir a la calle a buscar los intrépidos avances de la naturaleza, que pretende colonizar nuestros pueblos y ciudades.
Para ello, pertrechados con nuestra inseparable
cámara, nuestro
trípode,
flash, y si se da el caso, paneles reflectores (no hace falta que sean muy grandes), saldremos a buscar esas plantas, con flores o sin ellas que pavimentan todos los rincones perdidos en nuestra propia calle.
Si nos fijamos en algunos tejados de viviendas antiguas, veremos, en ocasiones, pobladas de una extraña flora, que sobrevive en condiciones imposibles.
Con la flora, tenemos la ventaja de que el sujeto permanece quieto, lo cual nos permite prepararnos a nuestro gusto. Una vez elegido el lugar, nos pondremos a la altura de la planta, lo cual hará posible que en ocasiones adoptemos figuras extrañas. Una luz uniforme para evitar zonas luminosas y zonas en sombras. Un
diafragma cerrado (hasta un 22) para maximizar la zona de
enfoque, lo cual alargará los tiempos de
exposición.
Trípode al canto. Evitaremos en lo posible el uso de flash, para evitar zonas ?quemadas?.
Como
objetivo, utilizaremos el mismo de nuestro post ?fauna urbana? usado en modo
macro. Si lo que vamos a fotografiar en un árbol o arbusto de regular tamaño, cambiaremos a moto teleobjetivo. Graduaremos la
distancia focal hasta encuadrar el motivo. Y no olvidéis que el resultado debe ser armónico en su
composición.
Debido a nuestra ignorancia en el caso de la botánica, no podemos orientaros a que tipo de plantas dirigir vuestro objetivo, pero os aseguramos que en más de una ocasión encontraréis auténticas rarezas.
Para aquellos de nosotros que no podamos o no queremos viajar a países exóticos, considerar que lo que a nosotros nos parece ?normal?, al otro lado del planeta puede ser absolutamente ?exótico?.
Hasta pronto