Como el artista americano Sandy Skoglung, Jee Young Lee, ha creado escenas muy elaboradas que requieren grandes dosis de paciencia ya que no cuentan ni con un ápice de manipulación. Durante semanas y, a veces meses, la joven artista coreano trabaja en los confines de su pequeño estudio de 360x410x240 cm creando mundos que desafían toda lógica.
En medio de este conjunto artístico siempre podemos encontrar a la propia artista, ya que sus obras son autorretratos aunque poco convencionales. Inspirada por suvida personalo por fábulas coreanas, cada una de las fotografías tiene su propia historia de fondo que, por supuesto, sirve para añadirle un poco de drama a la imagen.
De febrero a marzo de 2014 expondrá en Francia su trabajo, en lagalería Opiom. Será la primera vez que exhiba su trabajo en Europa. A continuación os explicamos algunas de sus fotografías que merecen mucho la pena por el trabajo meticuloso que ha sido desplegado en cada una de ellas.
Pájaros negros:
Como dice Hyewon yi, director de la galería Amelie Wallace: "Basándose en los prodigiosos poderes de su maginación, ella trabaja durante meses para crear efectos que parecen expandirse y contraer el espacio físico. Y siempre, un solitario. Habita y completa sus relatos. Jee Young Lee asume las funciones de escenógrafo, escultor, artista, artista de instalaciones y fotógrafo - y los ejecuta como por arte de magia ".
La última cena:
Confunde la imagen cristiana de la comida que prefigura la inminente desaparición de Jesús con la competencia por los recursos limitados ilustrados por cientos de ratas corriendo hacia la mesa de la que el artista parece estar rescatando un plato de queso.
Corazón roto:
Es la expresión visual de Corea "como romper una piedra con un huevo", un esfuerzo inútil contra la adversidad insuperable.
