En 2004, Rachel Sussman se embarcó en la búsqueda de fotografía de toda la vida para documentar los seres vivos más antiguos del mundo. Una década después y tras haber pasado por algunos de los paisajes más duros y remotos, desde el desierto de Mojave a la Antártida, pasando por el interior de Australia, presenta su gran cosecha.
Su trabajo se ha recopilado en un libro titulado "Los seres vivos más antiguos del mundo", una obra que contiene tanto ensayos, como infografías como relatos de sus aventuras.
Impulsada por la curiosidad implacable, la artista lleva a cabo investigaciones: trabaja con biólogos, viaja por el mundo para fotografiar a los seres vivos más antiguos creando una colección visual fascinante.
Sussman comienza en el "año cero" eligiendo fotografías que incorporan organismos de más de 2.000 años de edad. Sus sujetos fotografiados incluyen una colonia de álamos de más de 80.000 años, musgo de 5.500 que continúa congelado en la Antártida o una planta de 2.000 años de edad que ha sobrevivido en el desierto de Atacama.
Estos retratos únicos revelan la historia de nuestro planeta, así como lo que podemos perder en el futuro. A pesar de la longevidad de algunos seres vivos, otros muchos crecen amenazados por el cambio climático y la invasión humana. Dos de los sujetos fotografiados por ella ya han muerto a manos del hombre. "Los seres vivos más antiguos del mundo son un registro y celebración del pasado, una llamada de acción al presente y un barómetro de nuestro futuro", concluye.
