Muchas veces habréis leído o escuchado que para sacar buenas fotos es mucho más importante el fotógrafo, la mano ejecutora, que la cámara. Un buen equipo aportará muchos matices y posibilidades que harán que la imagen tenga "más calidad" pero del fotógrafo depende la base: el encuadre, la composición o estar en el momento justo en el lugar adecuado. Aspectos todos ellos fundamentales que nuestra cámara, por muy cara que sea, nunca podrá aportar.
Todos los que disfrutamos con la fotografía queremos avanzar a pasos agigantados, conocer en poco tiempo la clave del éxito, todos los trucos, pero esta es una disciplina que requiere paciencia y mucha dedicación. Trabajando día a día, los resultados llegarán. Hoy os propongo una recopilación de las cualidades que debe tener un buen fotógrafo.
Las he resumido en 10 puntos aunque son susceptibles de ampliación, así que si se os ocurre alguna otra, no dudéis en apuntarla. Son las siguientes:
- Ser observador: reparar en los detalles tiene su recompensa. Es importante tener una buena visión de conjunto pero también de cada uno de los detalles. Esto significa fotografiar pequeños elementos cuando sea necesario y prescindir de ellos cuando no aporten nada a la imagen.
- Tener una postura personal: para expresarse en el mundo de la fotografía, como en cualquier otro lenguaje, es imprescindible tener algo que decir, tener una forma de mirar las cosas.
- Ser creativo: un aspecto muy relacionado con el punto anterior. Esta es una cualidad que se le presupone a todo aquel que desarrolla una actividad artística aunque también se puede cultivar. Asistir a talleres, cursos o seminarios puede ayudar.
- Ser autocrítico: la autoevaluación es importante para mejorar. Dedicar tiempo a comparar y estudiar nuestras propias fotografías nos ayudará a conocer mejor nuestra "obra", a hacer selecciones, descartes y a trazar el camino por el que queremos seguir.
- Habilidad para el marketing: firma tus fotos y crea un porfolio profesional para que los demás sepan lo que eres capaz de hacer.
- Ser disciplinado: Oblígate a sacar fotos de forma continua, es decir, márcate una periodicidad (una vez a la semana, un fin de semana al mes) y cúmplela.
- Participa en concursos y en exposiciones: Es una buena forma para poner en práctica lo aprendido y de forzarte a sacar fotos dentro de un plazo. Aunque seas aficionado puede servirte para acostumbrarte a trabajar bajo presión.
- Únete a una comunidad de fotografía: compartir tus fotos con gente que tiene intereses similares a los tuyos te ayudará a estar al día, a aprender de los demás y a comenzar a hacer una agenda de contactos.
- Haz muchas fotos: Dispara, dispara y dispara. Solo así conseguirás mejorar.
- Disfruta: Es fundamental. Si disfrutas con la fotografía, la imagen lo reflejará.