La desventaja de la fotografía digital es que, si bien se pueden tomar muchas más fotos que con el carrete, es menos probable que imprimamos las imágenes o los selfies que cada día tomamos. Para terminar con este círculo vicioso, la start up Priynt ha creado una carcasa que imita las funciones de una cámara instantánea retro.
El dispositivo, que cuesta unos 150 dólares, puede ser utilizado con los iPhone 6s, 6, 5s, 5c, 5 y con el Samsung Galaxy S5 y S4. ¿Cómo funciona? Lo hace con impresiones de zinc y, además, cada foto desbloquea un vídeo de realidad aumentado que puede ser visto a través de la aplicación Prynt.
"Hoy en día la gente toma miles de fotos con su móvil pero nunca las miran. Así que decidimos crear un objeto que hiciese posible que se compartiesen estas fotos con familiares y amigos", dice el fundador de la start up, Clément Perrot. La idea nos parece estupenda. Para que veas cómo funciona, te dejamos un vídeo aquí:
